Lisboa.- Una abuela de 73 años que logró dejar la prostitución tras más de dos décadas de ejercerla en una esquina de la capital portuguesa declaró a la prensa lisboeta que volvió a vender su cuerpo para no sentirse sola.
Mariazinha, como la identifica Diario de Noticias, tiene hijos y nietos que desconocen cómo se gana la vida y esta a punto de tener un bisnieto.
Entrevistada por el periódico, que publica una foto en la que se la ve de espaldas, asegura que llegó a abandonar la prostitución tras ejercerla durante 22 años en los muelles de Cais do Sodre, en la desembocadura del Tajo.
Pero después de seis meses "estaba siempre sola, no tenía a nadie y echaba de menos la esquina -declaró- donde había pasado tanto tiempo y conocía a mucha gente".
La anciana critica la grosería e indiscreción con la que se trata ahora a las prostitutas y afirma que mantiene algunos clientes desde hace muchos años que a veces la buscan sólo para hablar.
Fuente: EFE
lunes, 26 de marzo de 2007
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